La Nutrición Ortomolecular nació el 19 de abril 1968 cuando el Dr. Linus Pauling utilizó ese término en un artículo publicado en el Journal Science. Se inició un nuevo enfoque de la nutrición en la salud y la enfermedad. El Dr. Pauling nació en Oregón (EUA) en 1901, en 1949 fue nombrado presidente de la Sociedad Química Americana y recibió el Premio Nobel en dos ocasiones: en 1954 le fue otorgado el Premio Nobel de Química por su labor en la introducción de la mecánica cuántica en la química atómica y en 1962 recibió el Premio Nobel de la Paz gracias a su lucha contra el desarrollo del armamento nuclear. Linus Pauling es considerado el padre de la Nutrición Ortomolecular gracias a sus investigaciones sobre el efecto de determinadas vitaminas en diferentes enfermedades mentales. Utilizó el término "ortomolecular" con una intención clara: "orthos" significa "correcto" o "justo", de esta manera la definió como una terapia basada en mantener una buena salud y tratar las enfermedades existentes mediante la corrección de las concentraciones de las sustancias naturalmente presentes en el cuerpo humano, obteniendo así un nivel óptimo de las mismas.
La Nutrición Ortomolecular es un admirable recurso de tratamiento en prácticamente cualquier patología, inocuo y con gran respeto hacia la naturaleza humana. Lo más importante a destacar es el reequilibrio de nuestras funciones vitales obtenidas, beneficio que nos permite gozar de la mejor salud posible, siendo esta nuestra mejor arma para prevenir enfermedades. No esperemos a tener que curarnos, comencemos ahora a prevenirnos.

La Nutrición Ortomolecular es una terapia muy potente y a la vez gentil con la persona. 

La nutrición ortomolecular consiste en proporcionarle a las células los nutrientes adecuados para que éstas funcionen lo mejor posible.

Su objetivo principal es equilibrar la bioquímica del cuerpo mediante una nutrición individualizada y la administración de nutrientes naturales específicos. De tal forma se consigue que el cuerpo ponga en marcha su propio sistema de curación o una mejora de la salud.

Cada persona nace con una bioquímica determinada, la cual puede predisponer al individuo a desarrollar ciertas enfermedades o síntomas. Debido a esa individualidad bioquímica, en nutrición ortomolecular no existen reglas estándares sobre alimentación. No todo el mundo se beneficia de la ingesta de alimentos considerados como sanos, como, por ejemplo, las ensaladas; algunas personas, por el contrario, se sienten mejor comiendo vegetales cocinados. Al igual que no a todo el mundo le sienta bien una dieta vegetariana o, por ejemplo, el consumo de cereales. Por ello, para obtener una salud óptima es vital descubrir las necesidades individuales del organismo y la nutrición ortomolecular es una terapia muy eficaz dedicada a esta labor.

La nutrición ortomolecular ha demostrado ser muy efectiva en el tratamiento de todo tipo de desequilibrios, especialmente: Problemas intestinales (candidiasis, parasitosis, crecimiento bacteriano patológico, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, diarreas, estreñimiento…), Inflamación crónica, Problemas cardiovasculares, Depresión y trastornos mentales, Ansiedad, Falta de vitalidad, Migrañas, Problemas menstruales, Artritis, Osteoporosis, Trastornos de la tiroides, Retención de líquidos, Control del peso, Fibromialgia…entre otras.

A través de la nutrición ortomolecular se logra un óptimo funcionamiento celular y cuando esto ocurre, el bienestar físico, mental y emocional se instala en el organismo de forma natural. Comenzamos a vivir con más conciencia. Aprendemos a conocernos, escucharnos y a cuidarnos mejor. Es entonces cuando la nutrición ortomolecular deja de ser una terapia temporal y se instala, amablemente, en nosotros como una forma de vida.



Lorena Castillo Allier
( Dietista en alimentación Ortomolecular-Higienismo)

Fono: (56-2) 23263591

e-mail: lorenacastilloallier@gmail.com

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